Cuando
se estrenó Drive en el 2011
rápidamente se posicionó, sin lugar a dudas, como una de las mejores de aquel
año. Es que muchos aún no podemos olvidar sus frenéticos minutos finales,
precisos y agudos. Entonces, la noticia de que se vendría un nuevo trabajo del
realizador danés, no sólo creó las expectativas de que íbamos a tener algo
parecido a Drive, partiendo de que
compartían el mismo actor como protagonista, sino que, indudablemente,
podríamos enfrentarnos a un trabajo más elaborado y más exquisito que lo
realizado anteriormente por Nicolas
Winding Refn… Only God Forgives
llegaba con la promesa de su antecesora, aunque estuvo muy lejos de alcanzarla.
Ryan Gosling interpreta a
Julian, un fugitivo que vive en Bangkok y lleva un club de muay thai que le
sirve como tapadera para vender drogas. Una noche, su hermano mayor Billy,
viola y asesina a una joven prostituta. Producto de esta acción, él también
será asesinado por el padre de la chica. La madre de ambos viaja a Tailandia y
le recalca a Julian su deber de venganza, que involucra directamente a Chang,
un policía retirado con aires de justiciero.
Only God Forgives es una
producción francesa, escrita y dirigida por un danés, hablada en gran parte en
inglés, cuya trama transcurre en un país asiático. Pero la multiculturalidad es
lo que menos resalta del filme, enfocándose principalmente en el retrato preciosista y a la vez violento, de
los barrios clandestinos de Bangkok.
Con
zonas que recuerdan a Lynch en su extrañeza y a Gaspar Noé en su fotografía, Only God Forgives presenta una impecable cinematografía; Probablemente
sea lo único que te mantiene frente a la pantalla, ya que a pesar de su corta
duración, el filme se vuelve interminable, especialmente con el abuso de la cámara
lenta (tan propio de este siglo) que parece esconder el disimulado vacío del
relato.
La
venganza y la violencia son las temáticas fuerza que guían la narración, pero
nacen del capricho oscuro de Billy, un personaje que a pesar de su efímera
aparición, impulsa toda la acción del relato.
Desde
ahí, el filme se interna en un juego donde la dominación materna se hace presente como una sombra que sugiere incesto,
dependencia y poder. Mientras que la dominación
masculina parece encontrar el goce en todas las mujeres que parecen
maniquíes, listas para ser golpeadas, y que por su profunda estetización son
reducidas a un mero decorado kitsh. La misoginia surtida del filme es de mal
gusto y profundamente embellecida.
Tal
vez la figura del reformador Chang llegue a ser lo más interesante de la
película, en comparación con el anodino Julian; lo que en Drive era un Gosling silente y totalmente contenido, hoy parece
tragarse sus palabras porque no tiene nada interesante que decir.
Finalmente,
Only God Forgives es un trabajo con tintes de tragedia, forzado y superficial, un
imperdonable dentro de la filmografía de Refn, que ni siquiera con unos caños
(como he leído por ahí) se puede llegar a pasar.
FICHA TÉCNICA Título
Only God Forgives Director Nicolas Winding Refn Año 2013 País
Francia Reparto Ryan Gosling, Kristin Scott Thomas, Vithaya
Pansringarm, Rhatha Phongam Productora Gaumont / Wild Bunch
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