IMPRINT: CUANDO LA PALABRA EXTREMO NO ES SUFICIENTE

 

Imprint

Takashi Miike

2005

USA 

Takashi Miike nos tiene acostumbrados a llevar nuestra capacidad estomacal al límite, en el último capítulo de la serie norteamericana para la televisión “Maestros del Horror” (2005) se tomó las cosas un poco más en serio.

“Maestros del Horror” es una serie para la  cadena de televisión norteamericana Showtime, su creador es Mick Garris y consta de 2 temporadas (2005 - 2007) con 26 episodios entre ambas. El objetivo de la serie era mostrar a los grandes cineastas del género de terror de todo el mundo como: John Carpenter, David Cronenberg, Dario Argento, John Landis, Guillermo del Toro, Etc. Ha! Y por supuesto, representando al Oriente, Takashi Miike. Tuvo su símil en España con la serie “Películas para no Dormir” (2007).

Desde sus inicios, la serie contó con una avalancha de críticas y dificultades para ser emitida debido a su alto contenido violento y sexual, elementos que por lo demás son propios del género. El episodio dirigido por Takashi Miike, y del cual escribiré felizmente, se llama Imprint y fue censurado por la televisión norteamericana porque era demasiado violento y extremo y ellos no podían ver cosas así. El capítulo no se emitió y solo fue estrenado en DVD el 2006.

El mediometraje cuenta la historia de un viaje, un viaje en busca de un viejo amor y ambientado en la época victoriana… suena bonito ¿no?, pero en la mente de Miike hasta este pequeño argumento puede tener un giro macabro. 

La historia es más o menos así… Christopher es un periodista norteamericano que, después de resolver unos asuntos en su país, decide volver a Japón para encontrar a Komomo, una prostituta que trabaja en un burdel y a quien le había prometido sacarla de la prostitución para llevársela a América. Al llegar a una apartada isla llena de burdeles, conoce un  montón de seres extraños pero una chica desfigurada llama su atención, ella, quien casualmente era compañera de prostíbulo de Komomo, le contará dos versiones sobre el destino de su amada.  

La historia, por si no quedo muy claro, es en extremo violenta y contiene escenas que podrían asquear hasta el más fuerte de los estómagos, con momentos en que incluso es necesario cerrar los ojos para no traumarse tanto, y no estoy hablando desde el punto de vista de la exageración. El aborto, el incesto, la prostitución, el engaño, la religión, el infierno y la tortura son los elementos que rondan los 60 minutos del film, y son expuestos crudamente con escenas que difícilmente podrías borrar de tu mente. Para los que han visto la filmografía del director pueden decir que no digo nada nuevo, pero déjenme contarles que hasta la escena final de tortura de la magistral Audition es más tolerable que la que sufre la pobre Komomo. 

Lo que me gusta del cine de Miike, y en especial de este mediometraje, es el tópico de la causa y el efecto llevado al contexto de la creación de seres macabros, lo cual es bastante recurrente en su filmografía, seres extraños que no son producto de la generación espontánea, sino más bien de traumas, situaciones o circunstancias que difícilmente podían controlar y que los han llevado a poseer una naturaleza indolente y poco empática, donde incluso podemos hasta llegar a solidarizar con su dolor o su forma de expresar el dolor. El terror con este japonés no consiste en intrincadas escenas de suspenso, él nos muestra el horror que los propios seres humanos se pueden hacer a sí mismos y a sus semejantes; la desesperanza de saber que su pasado y destino no pasa por un ser superior, sino  por otros individuos más enfermos que ellos como en una especie de cadena que no tiene ni tendrá fin, darte cuenta de eso es un tipo de terror que difícilmente puedes borrar de tu mente, además, es un punto de vista de la vida con el cual comulgo profundamente. 

En esta película esta bien y es normal que pases por innumerables fases de incomodidad, desesperación y nauseas, si ese no es el caso, deberías preocuparte.