Santo Contra la Invasión de los Marcianos
Alfredo B. Crevenna
1967
México
Debo
reconocer que tengo una especie de debilidad por las películas de bajo
presupuesto, esas que tienen efectos especiales de dudosa procedencia,
personajes que usan disfraces como
quien se pone un jeans y una polera y en que las situaciones ridículas e
inverosímiles son pan de cada día… Las llamadas películas de clase B. Con estas
películas no hay tintes medios, o las amas y comprendes su mundo, o las
detestas y las encuentras ridículas, un verdadero desperdicio de tiempo. Si
eres de los primeros, puedes continuar leyendo este artículo.
“El
Enmascarado de Plata” más conocido como “Santo”, es un popular personaje de la
lucha libre mexicana, que tiene la particularidad de ser un héroe, no tan solo
por sus títulos deportivos, sino también por haberse enfrentado con un
sinnúmero de contrincantes únicos en su especie como Frankestein, hombres
infernales, uno que otro profanador de tumbas y hasta el mismísimo Drácula. En
total, más de cincuenta delirantes películas en las cuales la historia es
similar: Un malvado villano que llega para hacer “daño” a los seres humanos y
destruir el mundo, Santo salva el día, siempre ayudado un poco de la suerte, y
reestablece el stato quo. Una película clásica de super héroes donde el
protagonista es fiel a su nación y convicciones. En esta ocasión escribiré
sobre la primera película que vi del enmascarado, y es nada más ni nada menos
que Santo contra la invasión de los
marcianos.
Realizada
en 1967 está inmersa en el contexto histórico de la carrera espacial y el temor
que provocaba una posible guerra nuclear, bajo este escenario, el enmascarado
de plata debe enfrentarse a sus “amigos” de Marte, quienes llegarán a la tierra
con la misión de unificar a la humanidad, eliminando las absurdas fronteras de
los países, los credos, las razas y creando un gobierno global que evitará las guerras y la
crueldad propia de los seres humanos, quienes no han aprendido de sus errores y
han mal utilizado el desarrollo tecnológico del que gozan. Pero estos
personajes, al darse cuenta que su mensaje es obviado por los terricolas,
deciden actuar de igual forma que sus futuros colonizados, con la violencia,
desatando su ira y poniendo a
disposición de nuestra destrucción su tecnología, adelantada en quinientos
años. El país donde tenian planeado iniciar la invasión es México, por lo
mismo, desde ese momento deberán hablar en español. Por supuesto el descenlace
de la cinta dejará a más de algún personaje sin respiración, eso es todo lo que dire al respecto.
Existen
varios elementos que caracterizan este tipo de películas, como por ejemplo, el
humor, no podemos dejar de mencionar, las situaciones extravagantes que abundan dentro de la trama, y que son de lo más normal dentro de este
universo, tales como: peleas interminables con maniobras rebuscadas (junto a
los correspondientes sillazos), contrincantes que esperan al luchador mientras
se arregla su capa para reanudar la pelea, Santo que no se saca
su capucha ni capa ni siquiera en la comodidad de su hogar, etc… Le entregan un
carácter único a la cinta, donde a ratos se intenta imitar ese mundo perfecto
que proyectan las películas norteamericanas, pero con ese sabor y encanto
propios del pueblo mexicano. Para
que hablar de los diálogos, extremadamente cursis y grandilocuentes, o los
personajes, que representan los extremos de la vida, estan los buenos y los
malos, los religiosos frente a los satánicos, los normales frente a los freaks,
y donde todos viven dentro de esta perfecta realidad.
En este tipo de cine no son necesarios los planos “estilo cannes” para comunicar un punto de vista crítico. El espíritu excéntrico e irónico de las cintas da la libertad de poder reirnos de lo que se nos ocurra, lo políticamente correcto no existe, los seres humanos, sus creencias, leyes, normas y moral son ridículas y cuestionables, y los problemas del mundo se pueden solucionar perfectamente a cara cubierta y en un cuadrilatero.
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