lunes, 24 de septiembre de 2012

SOBREVIVIR A LA COMUNIDAD


La Comunidad
Álex de la Iglesia
2000



Ya estamos acostumbrados a los mutantes de Álex de la Iglesia, y de no ser así, simplemente no sería él. Historias que van saltando de un género a otro, impregnándose de brazos y piernas ajenas que dan forma o “deforman” a una criatura fácilmente identificable. Son tragedias envueltas en humor, en donde los personajes son casi dibujados como una caricatura que intentan parecer reales.

“La Comunidad” obedece al estilo clásico de Álex de la Iglesia. Una película que habla sobre la codicia en términos del director español, o sea, con un argumento atractivo: Carmen Maura, que interpreta a una mujer que trabaja en una agencia inmobiliaria, encuentra 300 millones ocultos en el piso de un anciano. El objetivo de la protagonista está centrado en irse del edificio con todo el botín en su poder, cosa que a la comunidad no le hará mucha gracia.

La historia crece en los momentos de tensión, donde el suspenso se maneja de manera inteligente para realzar la intensidad dramática. Mencionar en este punto la escena donde llegan los policías al edificio. Pero a pesar de la tensión creada con los diferentes personajes, la película no llega a sorprender en su totalidad… Desde el comienzo son evidentes las intenciones de la comunidad y cuáles serán los posibles problemas que deberá enfrentar la protagonista. Previsible en la trama, pero buena intriga. Lo cual me resulta bastante paradójico ya que reconozco la intriga a pesar de ser indudables los futuros giros de la historia.

Con momentos bien logrados en la comedia, los que van logrando matizar la violencia manifiesta de “La Comunidad” (una buena fórmula para no pintar de drama lo que pretende ser comedia negra), se puede disfrutar e incluso soltar varias carcajadas. Sin embargo siento que la historia va de más a menos, ya que por el final, la travesía de Julia (Carmen Maura) se transforma en un periplo interminable. Lo que antes estuvo exquisitamente manejado, explota para darle paso a la ambición humana en un lenguaje hiperbólico, alargando una situación que por algunos momentos pierde el sentido.

Tampoco se nota un cariño por los personajes, simplemente están ahí, actuando como autómatas ante sus impulsos. La mayoría de los personajes son planos, no estoy afirmando que esto sea algo negativo, sino que al darnos cuenta de la similitud en las intenciones de cada uno de ellos no importa quién prevalezca o no, ya que nunca se intentó crear un lazo con ellos más que exponer una seguidilla de acciones. Finalmente “La Comunidad” intenta construir una selva urbana donde el más inteligente es el que sobrevive, convirtiendo a los más fuertes en presas de su primitivismo. Tan salvaje se torna el relato de Alex de la Iglesia, que la historia se va de las manos en un intento desesperado y fallido por sorprender.

Y bueno, no puedo terminar este post sin reconocer la increíble actuación de Carmen Maura, que a ratos sostiene todo el contenido de la narración. 

2 comentarios:

  1. Yo también pienso que "La Comunidad" de De la Iglesia es en el fondo una película fallida.
    No se le puede negar su impecabilidad formal, con algunos momentos brillantes incluso en los que el director juega a ser Hitchcock, ni tampoco que no sea entretenida y divertida. Lo que le achaco fundamentalmente es que la crítica en clave de comedia negra tiene un tono muy superficial porque su guión es completamente inconsistente.
    Una vez más a de la Iglesia le preocupa más dejar en la cinta sus señas "autorales", toda esa caterva de marcianadas incoherentes, que de meter el dedo en la llaga. Por eso mismo su carga satírica es de lo más inofensiva.
    Más le valdría ver alguna película de Mankiewicz en vez de preocuparse tanto de sus mutantes.
    Un saludo.

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    1. Efectivamente la carga satírica resulta inofensiva.

      Cuando se logra un estilo (que para mi gusto es lo más difícil en un autor) este tiene que ir acompañado de sentido para la trama. De otra manera el resultado serán películas con un sello muy característico pero con un guión insustancial, como es el caso de "Death Proof" de Tarantino.

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