Alicia Scherson (2009)
Turistas es una
película implosiva, donde los personajes contienen sus emociones para no
desbordar su pasado en los hermosos parajes del sur.
Cuando vi
Turistas me pareció estar mirando el Pacífico, pero sabiendo que en el fondo
del mar un mundo se construía sin poder presenciarlo. Muy cercana a la
naturaleza pero más todavía de lo humano. Carla transita como los insectos que
permanentemente aparecen en la pantalla. Es contemplativa, reservada, piensa
bastante sin necesidad, ya que sus acciones se llevan a cabo independiente de
la reflexión. Incomoda a ratos, es casi como un sopor continuo y atemporal.
Carla se queda
sola luego de que su pareja la dejara abandonada en una carretera del sur al
enterarse de que ella había decidido no tener al hijo que recién esperaban.
Carla queda a la deriva y en un restaurant conoce a un mochilero extranjero. Juntos
se van a las siete tazas, comenzando una historia sin saber sus pasados.
Turistas es como
un paréntesis en la vida de la
protagonista, un pequeño respiro para continuar. No esperen una respuesta en la
trama, el desenlace no es lo primordial. Lo importante es el viaje, el
recorrido. Todo lo que pasa entremedio;
los insectos caminando, el agua pasando por las siete tazas, los árboles
movidos por el viento, el cantar de los pájaros. Mirar de cerca, parece ser esa la premisa.