lunes, 1 de julio de 2013

SPRING BREAKERS, LA DECADENCIA DEL SUEÑO AMERICANO


Spring Breakers
Harmony Korine
2013
USA

La primera escena de Spring Breakers parece sacada de cualquier momento de Project X, sólo que la acción transcurre en la costa de Florida: cámara lenta, música, chicas en bikini, cerveza, agua, éxtasis, una locura total… Pero luego viene el corte y estamos en otro lugar, una ambientación diametralmente opuesta a la estética utópica de la primera escena. Casi se siente el olor a pocilga, olor a disconformidad.  En pocos minutos nos desplazamos de la parranda ideal al submundo de Korine, que con un existencialismo vestido en bikini nos retrata la actual decadencia del sueño americano. Y qué más decadente que hacerlo con las verdaderas princesas Disney.

El argumento tiene como protagonistas a un grupo de 4 amigas que son arrestadas luego de una alocada fiesta en sus vacaciones de primavera, las tan conocidas “spring break” en Norteamérica. Un desconocido las ayuda a salir de prisión y se ven inmersas en un ambiente criminal y oscuro.

Para retratar este viaje que poco a poco va adquiriendo matices lóbregos, Harmony Korine, un director no exento de polémicas, usa a dos actrices que nacieron bajo el poderoso amparo Disney: Vanessa Hudgens (High school musical) y Selena Gomez (Wizards of Waverly place). Las princesas son despojadas de su aura de ingenuidad para interpretar a muchachas ansiosas de diversión desenfrenada, develando una pulsión autodestructiva latente en todo el filme. Pulsión que verá su máxima representación en el personaje de James Franco, Alien, un gángster traficante de armas y drogas que personifica la materialidad del sueño americano. Su cama llena de dólares y las armas en sus paredes hablan de los pilares que sustentan este sueño: éxito y seguridad.




Existe en Spring Breakers una doble argumentación permanente: Todo lo que oímos va adoptando una distancia cada vez más lejana con lo que vemos, como si las palabras intentasen escapar a la fatalidad de la imagen. Chicas que hablan de una búsqueda espiritual y de identidad en el sol drogadicto y alcoholizado de Florida. Es que nunca Britney Spears había sonado con tanta violencia y sentido, un telón de fondo poético para un idealismo demacrado.

“Algunos niños quieren ser presidentes cuando crezcan. Algunos niños quieren ser médicos. Yo solamente quería ser malo. Me echaron de la escuela y me pareció genial... Yo me dedico a apilar monedas, a apilar monedas. Exacto, dinero, me dedico a ganar dinero. Ese es el sueño, ese es el sueño americano. Eso es. Lo logré.”   

Son las palabras de un James Franco irreconocible, que bien podría caer en la caricatura, pero como en spring break todo se trata del exceso, entonces su personaje se amolda a la perfección en esta pintura saturada y desgastada hasta el cansancio.


Transitando entre el drama y el thriller (increíble es la escena del atraco al local comercial), esta obra logra mostrar lo alucinante sin separarlo de lo destructivo, obviando esa decantación obligada en la que muchas películas caen. Spring Breakers posee un humor retorcido y oscuro mezclado con la estética y onda de MTV. Es el gesto grosero de Harmony Korine ante una cultura pop amoral y preciosista, que, a pesar de todo, nunca pierde la elegancia ante la decadencia.


1 comentario:

  1. Tan contradictoria como crítica, el mundo de Korine, es igual a sus propias prioridades, aunque no sea un seguidor del cine de Korine, esta película es un gran ejemplo de su propio universo.http://asaltovisual.blogspot.com/2013/08/spring-breakers-el-hedonismo-de-korine.html , un saludo

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