lunes, 3 de diciembre de 2012

BAMBI Y EL ANTAGONISTA SIN ROSTRO

Bambi (1942) es la historia de un pequeño ciervo que debe ser criado por su padre ya que su madre es asesinada por cazadores. Bambi crece y debe enfrentarse nuevamente a la crueldad de El Hombre protegiendo a quienes le rodean.



La quinta película dentro de los clásicos animados de Disney, la cual intentó reflejar –con éxito- la fidelidad en los movimientos de los animales salvajes, agregándole realismo a la animación misma.

La historia, que parte de la pregunta: ¿cuál es la mayor amenaza de los animales del bosque? Se deja ver con bastante sugerencia en la muerte de la madre del protagonista. Así es, porque Bambi es por naturaleza una película sugerente. Solamente con un disparo perdido en el silencio del bosque entendemos la pérdida y queda claro el concepto de supervivencia para los animales. Un disparo elocuente por decir lo menos, teniendo en cuenta el contexto bélico de Segunda Guerra Mundial, momento en que fue estrenada la película.

Bambi insinúa la violencia exterior que existe bosque, pero no se molesta en mostrarla. La historia transita por suaves y melódicos musicales marcados por el tono de pajarillos y pequeños animales indefensos, pero siempre con un dibujo muy realista que no es difícil imaginárselo en fotografía. El mismo Bambi destaca por su absoluta inocencia y timidez, como si el hecho trágico de perder a su madre hubiese sido bloqueado de su núbil mente. Sin embargo todos son conscientes de los peligros exteriores, sólo que no es necesario hablar del tema excepto cuando es tiempo de correr. Por eso afirmo que Bambi es sugerente, porque juega con el miedo sin mostrarlo, en vez de eso pone música alegre y nos olvidamos un poco de lo que sucede. El cine como modo de evasión, sobre todo en periodos de guerra.

El elemento más importante de la película después del miedo, es el concepto de hombre. 



Primero abordémoslo desde el punto de vista del padre de Bambi, el Príncipe del Bosque, que simboliza la hombría y valentía que debe poseer un líder insertado en un ambiente salvaje.

El padre es dibujado como un referente totalmente lejano su hijo, a diferencia de su madre: ideal, irremplazable y caritativa que transmite su amor por medio de caricias y cuidados. El padre casi adquiere una presencia mítica cada vez que aparece en escena. Dibujado siempre a contrapicado o en altura, la alta jerarquía de este personaje es innegable. Su presencia parece tan mitológica que ni siquiera su hijo puede mostrarse cercano con él. El respeto es más importante que el amor. La distancia se debe respetar.

La actitud de su padre es una lección para la timidez de Bambi, lo adiestran para hacerse fuerte, para soportar la crueldad del exterior. Le enseñan a hacerse hombre.

Luego, este mismo concepto es tratado de una manera mucho más directa en otro personaje completamente opuesto al padre: el antagonista de la película. 

Si pensamos en Bambi se nos viene a la mente el tímido ciervo, a Tambor, a Flor. Recordamos la vida silvestre del bosque, las cancioncillas y ese contenido ambiente de fingida felicidad que rodea a los personajes. Pero tal vez nunca pensemos directamente en el antagonista de la película, porque en términos concretos no existe. Siempre está ahí, acechando, pero nunca lo vemos como dibujo. Es solo un amplio concepto que ronda en el aire: El Hombre. 

Casi como la fatalidad que rodea a cualquier guerra, está ahí, pero sin una forma definida. Eso es aún más terrorífico. 


Me imagino a cualquier niño que debe enfrentarse a este tipo de “malo”, el cual sólo es reconocible a través de dos palabras. Entonces me pregunto cuál es la asociación más directa que ese niño posee a esa edad de tal concepto… Lo primero que se me viene a la cabeza es: su padre. Su padre es El Hombre. 

Tal vez sólo esté divagando, pero me parece complicado hablar en términos conceptuales hacia una audiencia infantil. No creo que se deban evitar las abstracciones, sólo cuando estas abstracciones son tratadas de manera directa, no con evasiones como lo hace la película Bambi. Que plantea el problema de la caza furtiva en los bosques pero no es capaz de mostrarlo, sólo lo sugiere. En vez de eso lo cubre de una pasividad inquietante y provocativa: miedo.

Por eso esta película está cubierta con un halo de oscuridad para quienes la ven. Un monstruo que no tiene forma, sin nombre propio, sin colores, sin identidad, sin estereotipos. Flotando en el cielo de las ideas, atormentando sólo a base de rumores. 


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