miércoles, 6 de febrero de 2013

¿LA MAGIA O LA BRUJERÍA DE LA ACADEMIA?




Rebelle
Kim Nguyen
2012
Canadá

Hay un sinfín de películas estadounidenses que intentan retratar y denunciar realidades kilométricas, como una manera aleccionadora y moralista de sensibilizar a una audiencia aficionada al pop corn. La alfombra roja en pocos días será desplegada y el mundo mirará con atención como la consecución de sueños e ideales triunfa, marcando la pauta de lo que se exhibirá en las salas de cine a nivel mundial (Hablo específicamente de Lincoln, Argo y Zero Dark Thirty)


Esta vez sus propios vecinos, Canadá, nos enrostran que aún existen lugares donde el acto heroico no tiene nada que ver con la consecución de esos sueños. Kim Nguyen nos cuenta el relato de una niña de 14 años, que decide contarle al bebe que lleva en su vientre, la vida que ha llevado desde hace 2 años como niña soldado. 

Estamos en un país sin nombre, situado en la parte centro-sur africana. Un país que se debate en una lucha armada entre fuerzas militares del gobierno y facciones rebeldes. Komona, interpreta de manera increíble por  Rachel Mwanza, ve arrebatada su infancia en un abrir y cerrar de ojos por un grupo de rebeldes que llega a su aldea. Es raptada y obligada a asesinar a sangre fría a sus propios padres, similar a lo hecho por Ryûhei Kitamura (Azumi 2003), pero acá su sabor es real. 


La selva se presenta como un lugar hermosamente terrible e inhumano, donde no existen los ideales ni los sueños. Es acá donde la abrumadora realidad es contrastada con toques propios del realismo mágico, cuando la joven Komona comienza a ver los fantasmas de las personas caídas en batalla e incluso el de sus propios padres, lo que la lleva a ser considerada la Bruja de la Guerra.

Si bien la película muchas veces parece carecer de un objetivo, es simplemente una reafirmación de la desesperanzadora realidad de millares de niños en distintas partes del mundo. Es acá donde el director nos muestra pequeños ápices de normalización, que nos son arrebatados inmediatamente, como diciéndonos ¡No te equivoques, sigue siendo la misma película!

Nguyen hace una comparación retorica, de lo que muchas veces es antagónicamente confundido, Vida y Muerte. Komona sólo desea poder ser capaz de sentir algo por su hijo cuando este nazca, pero sabe que para ello tiene que ser capaz de enterrar los fantasmas de su pasado. Nacimiento y Muerte. La vida… es aquello que sucede entremedio y que carece de antagonistas.

Rebelle nos remece de principio a fin, nos hace tomar conciencia de realidades que muchas veces parecen súper lejanas, pero que sucede a diferentes niveles en nuestra propia Latinoamérica.  La brujería se hizo presente en la academia y aunque pase sin pena ni gloria rodeada de vestidos de diseñador, Rabelle llegó  como un alto en el camino.

Un dato no menor, que hace la película aún más real, es cuando a la protagonista Rachel Mwanza se le preguntó en el estreno de la película “¿Qué le gustaría hacer en el futuro?”, la ganadora a mejor actriz en el festival de cine de Berlín, respondió con humildad… “Aprender a leer.”

Momento de la película: Enterrar un símbolo. Escena en la cual Komona renuncia definitivamente a su niñez enterrando el único símbolo que la ataba a esta; el peine ocupado por su madre al incio de la película.

3 comentarios:

  1. Muchas veces pienso que estas películas sin denuncia explícita son la mejor denuncia. "Rebelle" consigue ser increíblemente bella y cruel.
    Al leer tu reseña, con la anécdota del festival de Berlín, me conmovió un escalofrío. Creo que tuve esa sensación en muchos momentos mientras veía la película.
    Saludos.

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    1. Es una de las tantas maravillas del cine. Cuando lo enfrentamos a la realidad muchas veces nos sigue conmoviendo.

      Gracias por pasar, espero nos sigamos leyendo en el futuro

      Saludos

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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