Drive (Nicolas
Winding Refn, 2011)
Entre tantas
películas que tengo en mi lista para ver (cosa que se va agrandando de manera
exponencial) y no me había dado el tiempo de ver justamente esta; Drive es toda una experiencia
cinematográfica. Es un golpe seco en la cabeza que parece llevar un ritmo muy
cadencioso, pero simplemente, no te da respiro.
La película tiene
como protagonista a Ryan Gosling, que interpreta un papel para recordar. El
hombre sin nombre es doble de acción en escenas de automóviles, mecánico y una
especie de transportador que carga ladrones de la escena del crimen sin ser vistos.
Es un héroe oscuro, que revela su identidad al ir avanzado la trama a través de
un desarrollo pausado, silente y bien manejado. Las líneas morales y éticas del
héroe son difusas. Recuerda a los westerns, donde estos códigos también eran
ambiguos en el protagonista, dándole un sabor especial, alejándolo del
idealismo y de la creación de personajes lo suficientemente buenos como para
que todas sus acciones parezcan predecibles, tanto, que caen en la
inverosimilitud.
Drive es un film con aires noir, muy cargada al expresionismo. La iluminación es un trabajo que mencionar y aclamar. Logran crear con las sombras, sobretodo en la primera mitad de la película, personajes contenidos que muestran menos de lo que son en realidad. Luego esa contención logra converger en giros bien construidos dentro de la trama.
Los que buscan en
Drive una película de mera acción,
buscan en vano. Aunque la historia nos regala una persecución de lo más notable
justo en la mitad del film; acción elegante y bien distribuida. Pues bien, Drive encanta por la psicología de su
protagonista, por esa violencia recargada pero dosificada muy parecida al
estilo de los Coen –No Country for Old
Men es una buena referencia – pero más que nada Drive encanta por el tránsito de la historia misma; parece ser una
película de acción al comienzo, luego pretende derivar al romance, pero sin
siquiera mencionarlo cae con sutileza en una especie de thriller dramático con
gustos a cine negro. Cabe recordar que el director, Nicolas Winding Refn,
dirigió Bronson (2008) y que presenta
una interesante experimentación con el guión.
Y para los fanáticos de los autos que desean ir un poco más lejos que las insípidas Rápido y furioso 17 les recomiendo Two Lane Blacktop de Monte Hellman y ahí verán cómo se hace trizas el velocímetro.
A mí me sigue generando sentimientos encontrados a día de hoy esta película. Me parece excelentemente bien realizada pero no me parece excepcional. Me la pasé muy bien viéndola pero con tanta gente poniéndola a nivel de película de culto tan pronto me parece precipitado. Pero creo que es la parte hipster de mí que no puede aceptar que una producción estadounidense actual sea tan buena :P
ResponderEliminarSaludos.
Jejeje..
EliminarBueno, yo creo que toda opinión nace desde la subjetividad. Teniendo eso presente, creo es válida tu premisa sólo si se tienen claros los argumentos. Yo también soy reticente a las producciones estadounidenses, y es por eso mismo que esta película me sorprendió.
Saludos.
Me pareció impactante el filme, la actuación de Gosling si me gusto. La música me fascino.
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