viernes, 1 de febrero de 2013

CINE Y TEATRO, CESARE DEVE MORIRE.-




Cesare deve morire

Paolo Taviani, Vittorio Taviani

2012

Italia

 En una cárcel romana se comienza a preparar la obra de Shakespeare, Julio César. El film es una docuficción que cuenta cómo los talleres de teatro transportan a los presos al papel de verdaderos actores profesionales.

Que alegría encontrarse con películas que logran reunir con tanto ingenio las letras y símbolos del alfabeto cinematográfico.

Hay ciertos films que logran alcanzar cierto grado de perfección en su historia o fotografía, descuidando -o mejor planteado- no logrando alcanzar ese mismo nivel en otros elementos cinematográficos. Sin embargo, Cesare deve morire aúna la totalidad de estas aristas y las hace convivir en la corta duración del metraje para que se adornen y mejoren entre ellas. La armonía del paraíso se puede lograr hasta dentro de una prisión.



Los hermanos Taviani construyen un historia desde los fundamentos del teatro para luego ir mutando al cine. Como una muñeca rusa, es una historia dentro de otra historia: 1) Shakespeare (ficción teatral), 2) Prisión (ficción cinematográfica). Aunque hay un punto intermedio que es rozado continuamente pero no es un paradero fijo en la trama, me refiero al Actor. Que se configura como una transición entre ambas realidades que hace parecer ficticia a su homóloga cuando se está del lado de la otra. Digamos que la naturaleza carcelaria se presta como puesta en escena para la ficción creada por el escritor inglés. Mientras que el conflicto creado en Julio César sirve para expresar el ánimo de los reclusos. Su argumento trazado por la justicia, que lidera Bruto para con Julio César, se ve contrapuesto con la justicia que estos reclusos están pagando con sus días de condena. Todo parece ser cooperativo en este film.

Pero no sólo es la novedad del guión al poner a los mismos reclusos a interpretar personajes de una obra de teatro dentro de una película.  Sino que el montaje le acompaña con la misma atracción de la historia. La capacidad que tiene la yuxtaposición de planos es tan fuerte que puede destruir paredes concretas y de tiempo. En ese sentido, los espacios se ven acortados gracias al montaje, dando la impresión de que los reos siempre están en los zapatos del personaje con la intención de actuar.

El golpe más importante que se da desde el montaje es la decisión de comenzar el film por el final, sin que el espectador tenga ningún antecedente de que los actores son prisioneros. Primero conocemos al personaje “ficticio” y luego al personaje “real”, a través de aquellos títulos sobre el rostro en blanco y negro de cada uno de los actores, dándonos a conocer el motivo de su encarcelamiento y el tiempo de condena.

Cesare deve morire es una reflexión sobre la influencia directa del arte en la vida de las personas. Jugando con la dicotomía escapista de que un actor puede ir a cualquier parte, a cualquier tiempo, a cualquier “zapato”, independiente que sea un reo condenado a cadena perpetua. Este contraste permanente, puesto con acentuación sobretodo en la intensa fotografía b/n que domina gran parte del metraje, es la que marca el ritmo y la dinámica de la historia. Lo visual más el juego de sonidos, que constantemente te llevan a la obra y repentinamente te sacan de ella para instalarte en el espacio fílmico, arman un ejercicio que encuentran la novedad en el espectador. Pero lo fríamente pensado de los hermanos Taviani, se conjuga con la emotividad de contemplar el proceso de este grupo de hombres condenados, que logran saborear el sueño de la justicia. Recordemos la reflexión final de uno de los reclusos: “Desde que me familiaricé con el arte, esta celda se ha vuelto una prisión”.



1 comentario:

  1. Una película que he visto muy bien reseñada en varios blogs, y que obviamente quiero por su planteamiento de metalenguajes...obviamente como a Colombia no llegará, esperaremos por un digno dvd u obviamente en descarga directa..un saludo

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