miércoles, 13 de febrero de 2013

FIN DEL VIAJE CON OJOS DE NIÑO

-->

De Jueves a Domingo
Dominga Sotomayor Castillo
2012
Chile

Lucía (Santi Ahumada), es una niña de tal vez unos 12 años que en un viaje familiar hacia el norte comienza a comprender que sus padres están a punto de separase.


Contada desde la perspectiva de la niña, De jueves a Domingo adopta un tono maduro para la edad de su narradora. Pero esa misma madurez le logra dar al film la seriedad necesaria para intentar dimensionar el impacto que deja una separación en los hijos. En este caso, el más pequeño aún no es capaz de darse cuenta de la relación infructuosa de sus padres, pero sí logra hacerlo Lucía.

El film está contado como si fuese un álbum de fotos de lo que podrían ser las últimas vacaciones de la familia. Esa despedida alargada, con recuerdos dentro de recuerdos. Muy evocativa, muy nostálgica. Pero las relaciones ya están quebradas.    

Una road movie contemplativa centrada en los dos hermanos. De jueves a Domingo omite o intenta no mostrar las discusiones de los padres, porque no es algo que tengan que ver los más chicos ¿cierto?. De hecho la pareja casi siempre se encuadra de manera fragmentada, no así los niños. A ellos los vemos en su totalidad, sin filtros, pero los más grandes al parecer están llenos de asperezas, de pequeños recovecos que no desean mostrar. Es parecida a la progresión visual que vemos en El Séptimo Continente (1989), sólo que acá, la desintegración está enfocada en los padres. Se utilizan diferentes tratamientos formales para los grupos de personajes, dejando en evidencia no sólo su brecha generacional, sino que también comunicativa. 

 
 
La película posee momentos de increíble lucidez cinematográfica que te hacen añorar la unión familiar, aunque luego insiste en volver a una especie de retraimiento aletargado para hacernos recordar la herida existente en la familia. Una relación rota que se nota en la amargura de la madre (Paola Giannini) y en la indiferencia del padre (Francisco Pérez-Bannen). A ratos es insoportable.

La familia se dirige a su propio París, Texas. Aquel lugar ínfimo dentro de la inmensidad del espacio nortino, que rememora los buenos tiempos y comienza a preparar el camino para el distanciamiento.

La sensación que tengo es que si esta película hubiese terminado a los 5 minutos de haber empezado, hubiese terminado de la misma manera. Pero se necesita el desarrollo de una hora y media de metraje para crear un ánimo en el espectador que con 5 minutos de duración hubiese sido imposible formar. Pero en cuanto a historia, las cartas están tiradas.

De jueves a domingo es una especie de suspiro resignado e incómodo, casi contando los días para que este viaje termine (o tal vez contándolos para pausarlo). Esa felicidad que tuvimos entre las manos y ahora se esparce por la vastedad del desierto. Lo bueno es que los niños siempre destilan sus recuerdos con un poco de alegría.   


5 comentarios:

  1. Hola de nuevo Anny, no sabía que reseñabas con tanta rapidez, de un día para otro. Iva a enlazarte con mi blog, pero veo que no tienes ningún enlace. Yo de todas formas voy a enlazar el tuyo porque me gusta como escribes, si no tienes objeción.
    Sobre lo fundamental, la película, lo siento pero no la he visto. De todas formas tomo nota y nunca me olvido de un título que merezca la pena.

    Saludos
    Roy

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este último tiempo estoy intentando hacer entradas más seguidas en el blog, pero mantener el ritmo. La idea es difundir el cine por estas redes y compartir los gustos cinéfilos entre los internautas.

      Nos estamos leyendo Roy. También enlazaré tu blog.

      Saludos!

      Eliminar
  2. Perdón por ese IVA que no es del 21%

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y no te preocupes, que este blog es libre de impuestos ;)

      Eliminar
  3. Vi esta película en el Festival de Valdivia (el cual ganó), y me pareció increíblemente emotiva. Si bien, no me identifico con el sentimiento hacia la ruptura de los padres, es intensa la nostalgia a cada momento, siento que expresa muy bien todo lo que es el aburrimiento dentro de la infancia, esos viajes eternos llenos de nada, que van quedando en el pasado. La fotografía increíble, un siete ahi. Pero también critico un poco ese cansancio que da, no es tan larga pero tal como señalaste, las cartas están dadas desde un comienzo, pareciendo una película que no busca darnos a entender una historia, sino una emoción con un increíble tratamiento de atmósfera.
    Suerte con el blog.

    ResponderEliminar