martes, 19 de febrero de 2013

LA CONFIRMACIÓN DEL ESTILO DE UN PERRO DE LA CALLE


 

 Django Unchained
Quentin Tarantino
2012
Estados Unidos

Tarantino nos vuelve a sorprender, no con su manera de ver el cine, sino de ver la vida a través de este. Django Unchained (2012) es a estas alturas una “adaptación”, pero no de la misma película de Corbucci, ni la de Sukiyaki Western Django (2007) de Takashi Miike, sino de la vida y obra de este amante del Spaghetti Western, el Kung Fu y las películas de Blaxploitation.

 
Kill Bill (2003) había marcado un punto de partida para Tarantino, de una serie de películas cuya temática y tesis principal es la venganza y como esta es avalada con una violencia redentora. Beatrix Kiddo, Shosanna y ahora Django, son personajes que siendo víctimas se transforman en victimarios. Me hace recordar la gran trilogía de venganza de Chan-wook Park.

Pero detenerme a hablar de violencia, sangre o conflictos raciales, sería sumamente repetitivo y a ratos irrespetuoso para analizar películas de este director. Me interesa mucho más hablar de la confirmación de la estética y narrativa que Tarantino ha alcanzado en estas últimas entregas. Con grandes planos generales, con mayor integración de paisajes naturales, lo que muchas veces exige un nivel de fotografía depurado, con una estética de colores más cinematográfica, sobreimpresiones gigantes en pantalla, con el realce casi súper heroico al que lleva a sus protagonistas, picados desde segundos pisos. Con sus zoom rápidos estilo oriental, etc. Tarantino, ante los ojos incrédulos y burlones de la crítica, ha madurado.
 
El argumento (resumido para no perjudicar a aquellos que no han visto la película), Django (Jamie Foxx) es un esclavo negro en los Estados Unidos anterior a la guerra de secesión entre norte y sur. Es transportado por Texas junto a otro grupo de esclavos, hasta que conoce a un dentista alemán llamado Dr. King Schultz (Christoph Waltz). Este le cuenta que es un cazador de recompensas y le ofrece un trato a cambio de su libertad: Identificar a los antiguos amos de Django, los hermanos Brittle.
Hasta ahí impecable desde guión. Pero este mismo trato, es lo que pronto lleva a la película a tener tropiezos narrativos que a mi gusto le quitan poder de verosimilitud. El inminente encuentro con los hermanos nos revela que Django es casado y que su esposa también es esclava en un lugar desconocido hasta ahora para él. Pero qué pasa: se encuentran increíblemente rápido con los hermanos, pero ese no es el problema. Luego forjan otro trato en el cual está la libertad de la esposa de este en juego, pero ese tampoco es el problema. Para mí el problema se manifiesta cuando vemos que Django, siendo esclavo, y sólo conociendo su vida extra diegética por pequeños flashback, se transforma en un versado y experto tirador. Pareciese que al haber vestido traje, montar un caballo y probar una cerveza, de pronto se hubiese embestido con el traje de un súper héroe que todo lo puede, pese a su nulo entrenamiento. Desde ahí en adelante la película es un devenir de peripecias, las cuales hacen crecer el mito del héroe negro a caballo.
Pero a pesar de esa perdida de credibilidad en el espectador, Tarantino logra levantar nuevamente su película con algo muy interesante, lo que para mí, es su mejor recurso…sus diálogos. Esa maldita capacidad que tiene para tenernos pegados, casi sin pestañar para lograr comprender a cabalidad todo lo que se dice. Es tan único que ni siquiera te da tiempo para intentar adivinar que va a ocurrir más adelante. Esa poderosa magia que entrega en una simple conversación, es contrastada de manera intencional con sus constantes violaciones Bretchtianas. Nos descontextualiza. Es él el que mata a Hitler o el que pone Hip Hop cuando Jamie Foxx va a caballo, en una escena que ya quisiera Snoop Dog en alguno de sus videos clips. Caballos Hidráulicos flotando por un campo llamado Candyland.
 
Pero fundamentalmente, el gran tema que le entrega madurez a este director, va más allá. Es esa capacidad de hacernos reír de cosas incorrectas. De cambiar nuestros estados morales de una escena a otra. Es ridiculizar en una misma película a una secta que prorrogó el oído racial y lograr que nos riamos, y mostrarnos el análisis del cerebro de un hombre negro que hace DiCaprio y incomodarnos en nuestros asientos. Es ese constante salto de géneros lo que reafirma a este director como un gran manipulador de emociones.
Desde está humilde posición siento que faltó ajustar más la cadena de Tarantino esta vez. Podar una película que pudo haber terminado antes y no haber abusado de la credulidad del público. En resumen, no es la mejor ni peor película de western como en muchos lados he leído. No es tampoco una obra de arte. No es por lejos la mejor película de Tarantino, para mí Jackie Brown (1997). Pero si son 165 minutos, en los cuales habrás agradecido ver en pantalla grande, un buen trabajo de este perro de la calle. Sin Quentin, perfectamente podría haber sido un desastroso Wild Wild West.
Momento de la película. Empoderamiento. Django dando latigazos a uno de sus otrora amos. Es una extensión de lo que a muchos les gustaría poder hacer, pero que sólo Tarantino puede amoralmente lograr.
 

3 comentarios:

  1. Lo que más amo del cine de Tarantino son sus diálogos rompiendo todas las reglas que nos dicen que menos es más, eso es admirable... Definitivamente tengo que ver esta película lo más pronto posible... Buena reseña!!!... menos mal que no dijiste nada revelador de la trama o sino te golpeo :)
    Saludos!!!

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  2. ta wena la critica, me gusto, lo unico que le falto destacar el uso que se hizo de los cuerpos caidos en la escena del tiroteo, generalmente en las peliculas los que mueren en el tiroteo son un adorno mas de la escena, Tarantino supo innovar un poco en ese aspecto, gran director

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  3. Hace poco, había escrito sobre esta película, y creo este post enmarca perfectamente lo que es el largo.largo metraje del directro estadounidense, sus impagables diálogos, su retorcido humor no le restan a sus noatarias deficiencias, tal vez, en este punto lo que si es cierto, es que su extenso metraje y que esta vezx la música no se mantenga po sí sola, sigue siendo una gran obra de Tarnatino....me gusta esa parte que escribes sobre la madurez de Tarantino, interesante. un saludo.http://asaltovisual.blogspot.com/2013/02/django-unchained-el-western-hiperbolico.html

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