viernes, 6 de abril de 2012

NI CHICA NI LIMONADA

La piel que habito (Almodóvar, 2011)

Almodóvar es un buen contador de historias, eso es innegable. Todavía recuerdo la primera vez que vi Pepi, Luc, Bom y otras chicas del montón y mis risas salían sinceras a pesar del sin sentido con el que estaba hilada la trama. Bueno, con La piel que habito me pasó algo similar, sólo que las risas fueron omitidas.

Antonio Banderas es Robert, un doctor empecinado en la experimentación de un nuevo tipo de piel que hubiese salvado a su difunta esposa de sus quemaduras. Como cirujano plástico no tiene escrúpulos ni ética. Al parecer su corazón está muy dolido como para sentir empatía. Su piel es la de un reptil; áspera, dura, impenetrable. Y así mismo es el mundo narrativo; hay una distancia muy grande entre el espectador y lo que se muestra, casi vemos a escondidas los nudos que en el van aconteciendo. Somos estudiantes de medicina paseando por los fríos pabellones. ¿Pero importa acaso importa mirar? Cuando lo ridículo intenta disfrazarse de dramático no hace más que aumentar su ridiculez, y funciona cuando el sentido es revelado, como pasa por ejemplo en Muertos de la risa. Pero acá no es más que una acumulación de giros que llegan a ser ingeniosos. SPOILER como sucede al enterarnos que el personaje de Vicente se transforma en Vera, y se hace lógico el flashback que parte desde la mujer en la cama FIN SPOILER. Pero hay una delgada línea entre el ingenio y el hecho forzoso. La película está lleno de estos últimos.

La piel que habito es un engaño bien construido, que puede pasar por un melodrama que llega a emocionar a muchos, sin embargo, estamos frente a una comedia tan deformada que es imposible llegar a reírse. 


2 comentarios:

  1. Yo no pude verla en ningún momento como comedia, ni siquiera con esas interrupciones abruptas del tigre tan almodovarianas por otra parte. Sentí que trataba tan desesperadamente de golpear al espectador con giros concretos en la trama (con *el* giro concreto en la trama) que descuidaba muchos aspectos, haciéndola una película bien trazada pero que no da ni la mitad de lo que podría haber dado. Que Banderas como un médico loco que practica vaginoplastias como venganza no consiga un personaje enormemente fuerte es signo de que algo está fallando en la historia.

    Saludos.

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  2. Almodovar trató de darle al clavo con esta película... Pero sólo logró tocar madera.

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